Lee Redmond: Las uñas más largas del mundo en ambas manos (mujer)

En Guinness World Records a menudo preguntamos a nuestros titulares, invitados y colegas qué récords recuerdan haber leído durante sus primeras experiencias de nuestro libro, y una y otra vez obtenemos la respuesta de las uñas más largas un título que ahora se ha convertido casi en sinónimo de Guinness World Records.

A través de la historia, los recordistas de este título no han sido más icónicos que Lee Redmond, de Salt Lake City, Utah, EE. UU. quien cuidó cautelosamente sus uñas durante 30 años y logró obtener el título de récord para las uñas más largas del mundo en ambas manos (mujer).

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En el 2018, las uñas de Lee alcanzaron un largo de 8.65 metros. ¡Eso es tan largo como un autobús escolar! 

En nuestros récords, la Uña más larga individual del mundo fue el pulgar derecho, que creció a un largo asombroso de 90 centímetros.

¿Cómo empezó?

La historia de Lee como recordista comenzó en el 1979, cuando sus uñas medían menos de 5 centímetros de largo.
Ella decidió no afilarlas más y retarse a sí misma para ver hasta dónde podían crecer antes de que comenzaran a perder su forma.

Pero las uñas de Lee nunca comenzaron a torcerse tal como pasó con otras famosas uñas largas. Sin embargo, se convirtieron en enormes arcos extendidos, posiblemente por el cuidadoso procedimiento de manicura que a diario recibían. 

“Había algo muy único en las uñas de Lee porque eran hermosas,” comentó Craig Glenday, Editor en Jefe de Guinness World Records durante una entrevista realizada en el 2014 para honrar los récords históricos durante nuestro 60 Aniversario.

En el 2003, Lee fue reconocida oficialmente por Guinness World Records, cuando solo llevaba 19 años sin limarse las uñas, por tener las  Uñas más largas del mundo en un par de manos (mujer), con una longitud total de 7 metros 51.3 centímetros.

Lee Redmond portrait

Vivir con las uñas más largas del mundo

Para ese entonces, Lee y sus uñas habían recibido mucha fama alrededor del mundo y cualquier plan para cortarlas había sido descartado.

“Es extraño como se convierten en parte de ti,” explicó Lee.

Lee pasaba horas tratando sus uñas con aceite de oliva tibio y aplicaba botella y media de endurecedor de uñas en cada una todos los días. Luego las cubría con un icónico esmalte dorado que utilizaba durante las sesiones fotográficas de Guinness World Records.

En una entrevista con ABC en el 2007, Lee dijo que sus uñas crecían impresionantemente pulgada y media cada año.

Según el doctor de Lee, si ella se hubiese quedado atrapada en un búnker durante un ataque nuclear, hubiera podido comérselas, ya que contenían suficientes nutrientes para que sobreviviera durante tres meses. 

Lee utilizaba su título de Guinness World Records para dar discursos motivacionales: “Una de las mejores cosas que he hecho es ir a las escuelas secundarias y hablar sobre la autoestima. Voy a las clases de autoestima y les digo a los niños ‘Está bien ser diferente, siempre y cuando no hagas daño a nadie.’ Y porque, solo Dios sabe, si ellos necesiten autoestima.”

“Todos somos únicos. Cada uno de nosotros. Todos poseemos talento. Yo siempre digo, tú sabes, ‘No me juzgues por mis uñas. Hay mucho de mi más allá de mis uñas.”

“Yo creo que las personas se sienten muy atraídas hacia los récords de las uñas más largas porque es algo que cada recordista escoge tener y han decidido vivir ese estilo de vida, a diferencia de los títulos de récords del hombre más pequeño,” indicó Craig Glenday, el Editor en Jefe de Guinness World Records..

Es difícil imaginar cómo alguien puede acostumbrarse a vivir con uñas de 2 pie colgando de sus manos, pero Lee era capaz de preparar tazas de té, cortar el cabello de sus hijos, usar un dispositivo móvil, lavar los platos y hasta manejar.

Sin embargo, esta última actividad probó ser la destrucción de las icónicas uñas de Lee.

El accidente

Lee siempre decía que por alguna razón ella se sentía protegida por sus uñas, como si formaran un escudo alrededor de ella. Pero ese escudo fue destrozado en el 2009.

Lee iba de pasajera en un vehículo utilitario deportivo, el cual perdió el control y se estrelló contra el costado de otro vehículo, que a su vez se estrelló contra un tercer y un cuarto automóvil. Lee y el conductor fueron llevados de inmediato al hospital.

La recordista se salvó de mayores lesiones, pero desafortunadamente, sus uñas no soportaron el accidente.

Lee recordó el momento en el que se dio cuenta que parte de sus uñas rotas yacían frente a ella en la carretera.

“Perder mis uñas ha sido el evento más dramático de mi vida. Recuerdo a mi nieto diciéndome, ‘Abuela, ellas eran como un bebé para ti; cuidaste de ellas por 30 años y las perdiste en un segundo’,” indicó Lee a Guinness World Records luego de su accidente.

Lee se mostró muy positiva sobre su accidente: “Lo que más me dolió de haber perdido mis uñas fue el hecho de que ellas eran parte de mi identidad, entonces sentí que perdí parte de mí, por eso siempre les decía a las personas que comentaban sobre mis uñas, ‘Hay mucho de mí más allá de mis uñas’.”

Lee conservó algunos fragmentos de sus uñas, pero no tiene planes de devolverlas a su antigua gloria. ¡Eso es muy comprensible, ya que significaría otro compromiso de 30 años!

Unos meses antes del accidente, Lee se encontró con un adjudicador de Guinness World Records en Michigan, EE. UU., para ayudar a medir las uñas de 9.05 metros de Melvin Boothe (EE. UU.), el nuevo recordista para las Uñas más largas del mundo en un par de manos (hombre), que tristemente ha fallecido.

Las impactantes fotografías tomadas ese día son un hermoso tributo a dos de los poseedores de más récords del mundo.

A sus 76 años, Lee es retirada y ocupa mucho tiempo atendiendo a su familia, la cual ahora incluye muchos nietos y bisnietos.

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