Cuando alguien fallece, suele dejar a sus familiares la fortuna que ha creado.
Pero no fue el caso de Ben Rea (Reino Unido) y su querido gato Blackie.
Blackie recibió 7 millones de libras (12,5 millones de dólares) cuando el millonario coleccionista de antiguidades murió en 1988.
Esa suma equivaldría hoy a unos 18,5 millones de libras (32 millones de dólares).
La cuantiosa herencia convirtió oficialmente a Blackie en el gato más rico del mundo, un récord que sigue vigente hoy en día.
Ben, el dueño de Blackie, hizo su fortuna comprando y vendiendo antigüedades, lo que le permitió dar a sus gatos la vida mimada que creía que se merecían.
Y fue Blackie, el último superviviente de los 15 felinos que vivían con Ben en su mansión de Dorney, Buckinghamshire, quien heredó el dinero.
Ben tenía familia y se negaba a reconocer a su familia en su testamento.
En su lugar, la mayor parte de su dinero se repartió entre tres organizaciones benéficas dedicadas a los gatos, con la instrucción de que cuidaran de su mascota hasta su último día.
Ben también dejó una pequeña cantidad de sus millones a su jardinero y mecánico.
Curiosamente, el hecho de que el dinero se dejara a las organizaciones benéficas y no directamente a Blackie es la razón por la que el récord sigue activo.
A diferencia del récord del perro más rico, que fue descartado cuando empezaron a aparecer grietas en la historia.
Se dice que el pastor alemán Gunther recibió 65 millones de dólares (40 millones de libras) al morir su dueña, la condesa Karlotta Liebenstein.
El mundo entero quedó cautivado por la historia de Gunther, e incluso nosotros caímos brevemente en la historia cuando incluimos el récord en nuestro libro de 1998.
En 1999, un portavoz de Guinness World Records declaró a la prensa que no había pruebas suficientes que respaldaran las afirmaciones sobre la riqueza de Gunther y que ya no se le reconocía como poseedor del récord.
Blackie y Gunther no son las únicas mascotas "ricas".
Se dice que algunos gatos famosos de Internet valen millones, como Olivia Benson, la gata de Taylor Swift, y Grumpy Cat, la sensación de Internet, aunque, por supuesto, ellos mismos no tienen ese dinero.
Pero técnicamente, el dinero de Ben estaba ligado para siempre a Blackie, y las organizaciones benéficas no podían recibir los fondos a menos que aceptaran cuidar del gato.
Un par de días antes del triste fallecimiento de Ben, su hermana también falleció y dejó 2 millones de libras a organizaciones benéficas de animales. El amor por los animales debía de ser cosa de familia.
Y Ben no fue la única persona que legó sus millones a sus mascotas
Se dice que el famoso diseñador de moda de Chanel, Karl Lagerfeld, dejó a su gata tortuga Birman azul-crema Choupette 1,5 millones de dólares cuando murió en 2019.
Choupette se hizo famosa gracias a su dueño, con celebridades como el actor Jared Leto incluso vistiéndose como ella para la Gala Met 2023, cuya temática fue en honor al fallecido diseñador.
No se sabe mucho sobre lo que le ocurrió a Blackie tras la muerte de Ben, y si sigue vivo en la actualidad y continúa disfrutando de su millonario estilo de vida.
Sin embargo, como esto ocurrió hace más de 35 años, es probable que Blackie ya no esté con nosotros.
Si lo estuviera, también tendría el récord de gato vivo más longevo, que pertenece a Flossie (Reino Unido), que tenía 26 años y 316 días cuando se verificó su récord en agosto de 2022.
El gato más longevo de la historia fue Creme Puff, un gatito estadounidense que vivió 38 años y 3 días.
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