Diana Armstrong, de Minnesota (EE.UU.), ha batido el récord de las uñas más largas en un par de manos (femenino) y de las uñas más largas en un par de manos de todos los tiempos (femenino).
Con una longitud de 13.06 metros (42 pies y 10,4 pulgadas) al 13 de marzo de 2022, la longitud combinada de las uñas de Diana es más larga que la de un autobús escolar amarillo estándar.
Diana lleva más de 25 años dejándose crecer las uñas.
La uña del pulgar derecho es la más larga de todas, con 1.38 metros. En comparación, su uña más corta (la del meñique izquierdo) mide 1.09 metros.
La última vez que Diana se cortó las uñas fue en 1997. Pero poco después, un trágico accidente sacudió a su familia y juró no volver a cortárselas.
Diana había empezado el día con normalidad, pidiendo a sus hijos que se levantaran de la cama y yendo al supermercado a comprar comida para su familia.
Pero mientras estaba de compras, recibió una llamada de pánico de su hija menor.
"En la tienda, mi hija me llamó y me dijo: 'Mamá, Tisha no se despierta'".
Con sólo 16 años, la hija de Diana, Latisha, había fallecido mientras dormía a causa de un ataque de asma.
"Ese fue el peor día de mi vida".
Diana, que siempre ha tenido las uñas más largas que la media, solía dejárselas a Latisha cada fin de semana.
"Era la única que me hacía las uñas. Me las pulía y las limaba".
"Me hizo las uñas la noche anterior. Estuvimos despiertos toda la noche, así que no pude cortarme las uñas después de eso".
A lo largo de los años siguientes, los hijos de Diana intentaron convencer a su madre de que se cortara las uñas.
"Mis hijos me decían: 'Mamá, tienes que cortarte las uñas'. Yo les decía: 'Métete en tus asuntos'".
Una vez que finalmente reveló sus motivos a sus hijos, recibió aceptación y comprensión.
"Cuando nos contó la historia de fondo, cambió mis sentimientos hacia ella", dijo Rania, la hija de Diana.
"Porque así como ella extrañó a mi hermana, yo también la extrañé. Así que, si esa es su manera de aferrarse a ella, entonces acepto".
Diana explicó que luchó contra la depresión durante una década, y que dejarse crecer las uñas era su forma de mantener a su hija en sus pensamientos.
"Cada vez que miro mis uñas pienso en mi hija. Creo que es mi ángel de la guarda".
Rania explicó que, aunque su madre trabajaba antes como peluquera, se convirtió en ama de casa tras el fallecimiento de Tisha y se dedicó a dejarse crecer las uñas.
Ahora que han alcanzado una longitud tan extrema, cada una de las uñas de Diana tarda entre cuatro y cinco horas en pintarse.
"Hace unos 22 años que no voy a un salón de manicura. Cuando me ven venir, se ponen en plan 'Oh, no'", admite Diana.
De hecho, pintarlas es un proceso tan laborioso que sólo se hace las uñas una vez cada cuatro o cinco años.
El proceso incluye entre 15 y 20 frascos de esmalte de uñas y una herramienta de madera para limarlas.
"La última vez que me pinté las uñas fue esta semana y tardé cuatro días".
Para Diana es un reto pintarlas ella misma, así que recurre a la ayuda de sus nietos, a los que les encanta adornar sus uñas con coloridos dibujos.
"Empecé con mis dos sobrinas, y luego, y mi hija llegó a cierta edad en la cual se quiso unir al grupo porque le encantaba jugar con el esmalte de uñas", dijo Rania.
Diana dice que está limitada en lo que puede hacer con las manos y que a menudo utiliza los pies para recoger la ropa del suelo o abrir el frigorífico.
"Si tengo que recoger dinero del suelo, puedo recoger billetes", dijo Diana, "pero si se me cae el cambio al suelo, ¡eso se queda ahí abajo!".
Diana también ha renunciado a conducir, ya que sus largas uñas se lo han hecho casi imposible, pero cuando conducía, sus uñas se apoyaban fuera de la ventanilla del coche debido a su longitud.
También tiende a evitar las cremalleras, ya que son muy difíciles de manejar con sus uñas.
Rania dice que la convivencia Diana no fue difícil al principio, pero que estar pendiente de las uñas de su madre se ha convertido en algo cada vez más importante a medida que han ido creciendo.
"Tenemos que tener mucho cuidado y siempre estamos esquivando a su alrededor para que no nos golpee en la cara o para que no tropecemos con sus uñas". - Rania, hija de Diana
Al tener un rasgo tan excepcional, Diana se ha acostumbrado a la atención que atrae cuando está en público.
Aunque en el pasado solía rechazar las peticiones de fotos, ahora se siente lo suficientemente cómoda como para permitir que los curiosos fotografíen sus fascinantes uñas.
A pesar de su extraordinaria longitud, Diana se sorprendió cuando sus uñas llamaron la atención de Guinness World Records.
"Pensé que era una broma", admitió Diana.
Al principio intentaba evitar cualquier tipo de reconocimiento por miedo a las críticas o al juicio, pero con el tiempo ha aprendido a sentirse segura de su rasgo único.
Diana no tiene intención de cortarse las uñas y no se lo plantearía ni aunque le pagaran por ello.
"Creo que mis uñas son bonitas. Para otra persona, puede que no lo sean, pero para mí, lo son [sic]".
Los hijos y nietos de Diana están totalmente de acuerdo, y se mostraron eufóricos cuando se enteraron de que Diana había sido reconocida como la nueva poseedora del título de Guinness World Records.
Durante la entrega del certificado con el árbitro Mike Marcotte, la emoción embargó a Diana.
"I think she [Tisha] would be proud of me because she's the last one who did my nails," Diana said.
"En quien pienso cuando me salen las uñas es en mi hija".
El editor jefe de Guinness World Records, Craig Glenday, también asistió a la entrega del certificado, y dijo que era un "privilegio absoluto" poder pasar un día con Diana y su familia.
"La historia que hay detrás de su récord es tan fascinante como desgarrador, y la determinación de Diana de honrar el legado de su hija a su manera, es inspiradora", mencionó.
"La familia lo es todo para Diana, y tiene la suerte de haber reunido a su alrededor una maravillosa red de apoyo... que es lo que necesitas cuando cada una de tus uñas es más larga que un bastón de esquí".
El anterior récord de uñas más largas en un par de manos (femeninas) lo tenía Ayanna Williams (EE.UU.) antes de tomar la decisión de cortárselas. Las uñas de Diana superan el anterior récord de Ayanna en unos asombrosos 5.73 metros.
Diana también ostenta el título adicional de las uñas más largas de la historia en un par de manos (femeninas), batiendo un récord que se mantenía desde 2008. La anterior poseedora del récord era Lee Redmond (EE.UU.), que lamentablemente perdió las uñas en un accidente de tráfico a principios de 2009.
Diana (y sus largas uñas) han logrado un lugar en la próxima edición del libro de Guinness World Records 2023.
Noticias relacionadas
